LA TÓRTOLA EUROPEA. UNA ESPECIE DE CAZA CATALOGADA COMO VULNERABLE
HA SIDO ELEGIDA AVE DEL AÑO 2015 POR LA SEO/BirdLife
Tórtola europea, un ave en la que destaca en el artístico y simétrico dibujo de su plumaje en la zona alar y la marca barrada del cuello.
En la reseña se pone de manifiesto como no podemos llevarnos a engaños en cuanto a la supuesta relativa abundancia de éste ave en la actualidad. Destacando como de mantenerse los actuales sistemas de caza sobre esta especie, en no muchos años puede pasar a engrosar la lista de especies que se extingan. Muy ilustrativo de ello es que ha experimentado un acusado declive a lo largo de los últimos decenios, estimándose los datos disponibles que éste supera el umbral de vulnerabilidad del 30% en las últimas décadas, provocado tanto por la degradación de los hábitats de cría e invernada como por la sobrecaza en períodos sensibles
Coincidiendo con el comienzo de la primavera hemos comenzado a ver nuevamente a las Tórtolas comunes o europeas (Streptopelia turtur) en la Sierra de Baza, un ave que tiene su llegada a partir de las primeras semanas de abril y principios de mayo, aunque hay excepciones y se han llegado a ver en las zonas basales de la Sierra de Baza en los últimos días de marzo.
Es un ave muy desconfiada, de vuelo rápido con giros y piruetas que nos sorprenden. Es más pequeña y estilizada que las palomas domésticas, aunque su rasgo anatómico más llamativo es el bellísimo plumaje que la adorna en la zona alar, con dibujos concéntricos en tonos ocres y rojizos y unas llamativas manchas lineales de color negro y de trazado casi paralelo, sobre fondo blanco, propio de cada ejemplar, lo que permite poder utilizar este rasgo anatómico como huella o marca identificadora de los diferentes individuos. Esta mancha del cuello está ausente en los ejemplares juveniles, los que también tiene más apagado el dibujo que cubre sus alas.
El agua es básica en la ecología y necesidades de la especie, para poder digerir la gran cantidad de granos y materia seca que consume, por lo que precisa aproximarse a un punto de agua un mínimo de una vez al día, pudiendo efectuar largos desplazamientos cuando el agua excasea en busca de ella.
Primer plano de un ejemplar adulto de Tórtola europea, en el
que se aprecia la característica mancha blanca con líneas negras barradas que
tiene en el cuello esta especie sobre un fondo crema.
Es un ave muy desconfiada, de vuelo rápido con giros y piruetas que nos sorprenden. Es más pequeña y estilizada que las palomas domésticas, aunque su rasgo anatómico más llamativo es el bellísimo plumaje que la adorna en la zona alar, con dibujos concéntricos en tonos ocres y rojizos y unas llamativas manchas lineales de color negro y de trazado casi paralelo, sobre fondo blanco, propio de cada ejemplar, lo que permite poder utilizar este rasgo anatómico como huella o marca identificadora de los diferentes individuos. Esta mancha del cuello está ausente en los ejemplares juveniles, los que también tiene más apagado el dibujo que cubre sus alas.
Ejemplar juvenil de Tórtola europea, en el que se aprecia
como aparece muy poco marcado el dibujo o mancha del cuello.
El agua es básica en la ecología y necesidades de la especie, para poder digerir la gran cantidad de granos y materia seca que consume, por lo que precisa aproximarse a un punto de agua un mínimo de una vez al día, pudiendo efectuar largos desplazamientos cuando el agua excasea en busca de ella.
Tórtola europea en las proximidades de un arroyo al que se ha acercado a beber agua
La inmensa mayoría de las aves beben de manera pasiva,
abriendo el pico dentro del agua para que ésta entre en la cavidad bucal, luego
cierran el pico y levantan la cabeza para que el líquido descienda hasta el
esófago. Algunas especies, ni siquiera cierran el pico, sino que usan la parte
inferior a modo de cuchara, para ir recogiendo mecánicamente el agua y
elevándola para que le penetre por el esófago, lo que repiten rítmicamente,
configurando el típico comportamiento cuando las aves beben agua. Pero no podría
por menos que existir alguna excepción a esta regla, y en la naturaleza podemos
encontrar algunos casos de aves que beben activamente, como los mamíferos, con
la posibilidad de succionar el agua
directamente, sorberla para beberla, sin necesidad de levantar la cabeza del
agua, como se aprecia en la imagen hace esta Tórtola europea (Streptopelia
turtur ), un comportamiento que solo podemos ver en especies de aves como las
palomas, las gangas, los colobries o algunas especies de avutardas.
Tórtola succionando el agua, sin necesidad de levantar la cabeza para tragársela.
LA TÓRTOLA VISITA LA PENÍNSULA IBÉRICA PARA REPRODUCIRSE
La Tórtola europea es una especie migratoria que visita la Península Ibérica con una única finalidad: reproducirse. Para llevar a cabo su puesta la hembra
construye una débil plataforma de ramas finas, forrada a veces con raíces, en un
árbol o un arbusto grande, el que debe de estar alejado del suelo entre 1 y 5 metros, como
mínimo. En el nido pone, entre mayo a julio, 2 huevos muy blancos, que son
incubados unos 14 días, por ambos progenitores, los que también se alternarán posteriormente en la
alimentación de los pollos. Los juveniles abandonan el nido tras unos 18 días
de atenciones por los padres, volando pocos días más tarde. Generalmente tienen
lugar dos puestas en el año.
Los grande pinos y árboles de sotos y riberas son uno de los lugares más elegidos
por la Tórtola europea para nidificar.
Su alimentación suele ser variada, desde pequeñas bayas a semillas de leguminosas y otras hierbas, aun cuando no desprecian, particularmente en época de cría, algún pequeño insecto, que añaden a su dieta.
Pareja de tórtolas europeas comiendo semillas en un campo de cereales.
UNA ESPECIE CATALOGADA COMO VULNERABLE
Pese a que la población europea de tórtolas se estima que oscila entre los 2,8 y lo 1,4 millones de parejas, la mayor parte de ellas reproductoras en Rusia, España, Turquía y Francia, estimándose la población española entre 790.000 y 1.000.000 de parejas, se encuentra catalogada en el Libro Rojo de las Aves de España como Vulnerable, debido a que este ave ha experimentado un acusado declive a lo largo de los últimos decenios, estimándose, por los datos disponibles, que éste supera el umbral de vulnerabilidad del 30% en las últimas décadas, lo que es provocado tanto por la degradación de los hábitats de cría e invernada, como por la sobrecaza en períodos sensibles.
Así se ha denunciado que cuando se concede el permiso de media veda en agosto (la media veda suele comenzar sobre el 15 de agosto), existen aun nidos activos de tórtola y muchos de los ejemplares que caen abatidas por los disparos están aun criando, con lo que su muerte también supondrá la de la nidada. Otro riesgo añadido de comenzar tan pronto la media veda es el de cuando comienza la media veda, muchos pollos aunque están plumados y volatean, son todavía incapaces de efectuar vuelos largos, con lo que las posibilidades de salvarse de los ataques de los cazadores son mínimas.
Grupo de juveniles de Tórtola europea alimentándose en una
zona esteparia de la Hoya de Baza (Granada). En estas primeras fases de vida
del animal, cuando los ejemplares aún son volateros y no pueden alcanzar largas
distancias en sus vuelos de huida, es cuando son más vulnerables a la caza.
Tórtola posada en la rama de una vieja encina, recibiendo las primeras luces de la jornada
La tórtola es, por tanto, una especie que aun siendo relativamente abundante aún, su población está disminuyendo de forma alarmante ante la práctica impasibilidad de los responsables públicos en la gestión del medio natural, habiéndose indicado que “la gestión cinegética vigente no contribuye a la conservación de la tórtola, sometida a una excesiva presión”. Al tiempo que se ha apuntado a que “en muchas regiones se caza más de lo que se produce, sobrexplotando el recurso. Es el caso de Andalucía o Extremadura, donde anualmente se cazan más del doble de jóvenes de ejemplares de los que nacen” (Libro Rojo de las Aves de España, 2005, pág. 284).
El vuelo de la tórtola europea es muy acrobático, realiza fuertes aleteos seguidos de pequeños planeos, no demasiado lejos del suelo. Puede adquirir gran velocidad, a diferencia de las palomas, su aleteo es más rápido y ligero.
Los datos disponibles sobre el Parque Natural Sierra de Baza y en la Depresión de Guadix-Baza (Granada), en cuyos entornos hemos efectuado nuestros trabajo de campo y donde están tomadas todas estas imágenes, aunque no son fehacientes, también constatan el grave descenso producido en la población de tórtolas en estos territorios, corroborando la tendencia regresiva constatada a nivel peninsular. Lo que hace necesaria una moratoria en la caza para la tórtola europea con carácter general en la Península Ibérica, comenzando, cuanto menos, la media veda no antes del 31 de agosto.
La tórtola europea, elegida
Ave del Año 2015 por SEO/BirdLife
La tórtola europea (Streptopelia turtur) ha sido elegida, con el 52% de los
votos, Ave del Año 2015 por la SEO/BirdLife, lo que ha anunciado en el marco
del XXII Congreso Español de Ornitología que se celebra en Madrid el 8 de
diciembre de 2014. En la nota de prensa facilitada se destaca como la tórtola
europea es un ave de mediano tamaño que aparece asociada a ambientes que
alternan zonas abiertas de pastizales y cultivos con zonas arboladas. La
tórtola europea se ha impuesto a las otras dos especies finalistas, el alcaudón
real (Lanius meridionalis) y la
perdiz roja (Alectoris rufa), que
lograron el 28% y el 20% de votos, respectivamente. Las tres son especies
ligadas al medio agrícola y rural y consideradas aves comunes, un grupo que en
los últimos 30 años ha sufrido una alarmante disminución en Europa, con 421
millones de ejemplares menos, un 20% del total, según SEO/BirdLife.
© José Ángel Rodríguez
ENLACE EXTERNO RECOMENDADO:
FICHA TÉCNICA DE LA TÓRTOLA EUROPEA EN LA REVISTA DIGITAL SIERRA DE BAZA:
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